La cerámica de circonio es un metal plateado con una densidad de 6,5 g/cm3. El Zr tiene una sección transversal de absorción de neutrones muy pequeña y un punto de fusión relativamente alto (1855 °C o 3371 °F), lo que convierte al circonio en un excelente material para barras de energía nuclear. En la década de 1990, alrededor del 90% del circonio producido cada año era consumido por la industria nuclear. Sin embargo, a medida que más y más personas se familiarizan con el Zr y su compuesto, se han encontrado más aplicaciones. El circonio metálico y las aleaciones de circonio tienen ventajas en entornos químicos especializados, principalmente en ácidos acético y clorhídrico. La resistencia a la corrosión del circonio proviene de un óxido fuertemente adherido que se forma casi instantáneamente. Como resultado, el circonio se ha utilizado para fabricar componentes de electrodos, láminas, pernos de bridas, tubos y varillas para aplicaciones especiales. Los productos de circonio también tienen amplias aplicaciones en equipos médicos, como los implantes de circonio. Como las láminas de circonio tienen una mejor resistencia mecánica a altas temperaturas, también se utilizan como componentes de soporte y estructura para aplicaciones de alta temperatura.